En invierno empezó su historia, tal vez no empezó de la mejor forma o tal vez si, solo ellos podían juzgarlo, solo ellos sabían lo que habían vivido, solo ellos recordaban sus carreras mientras llovía sus besos bajo los soportales, sus abrazos como cura para el frio, esas tardes tumbados sin que el silencio se hiciera incomodo, esas peleas, celos y piques tontos que el solía arreglar abrazándola por la espalda.
El pensaba en ella y la recordaba sonriendo con esa mirada única.
Ella recordaba como el la cogía y la trataba, o cuando le pillaba mientras la miraba embobado.
Tantos eran los recuerdos que hacían un invierno perfecto...que el verano no pudo esperar a llegar.